Adoptar un dieta anti-vata, prefiriendo los alimentos pesados que nos enraícen, como los cereales, los tubérculos y los lácteos.
Intentar comer comida más caliente, respetando los horarios, sobre todo el no cenar muy tarde.
Evitar todo tipo de estimulantes, como el café y el té, especialmente después de las 12 del día.
Por la noche, evitar escuchar música a un volumen muy alto o ver películas excitantes. Preferir leer libros espirituales o escuchar música relajante que calme la mente.
Hacerse un automasaje en los pies con aceite de sésamo y unas gotas de aceite esencial de lavanda antes de ir a la cama.
Antes de cerrar los ojos realizar una breve práctica de meditación, permaneciendo en silencio con la luz apagada, concentrándote en la respiración y el corazón unos minutos.